FUE DIFÍCIL PARA GEDDY LEE GUARDAR SILENCIO SOBRE ENFERMEDAD DE NEIL PEART

FUE DIFÍCIL PARA GEDDY LEE GUARDAR SILENCIO SOBRE ENFERMEDAD DE NEIL PEART
Por Irving Vidro

En medio de muchos proyectos nuevos de Alex Lifeson y Geddy Lee, los dos miembros de Rush recientemente se tomaron el tiempo para sentarse en Toronto con su compatriota canadiense George Stroumboulopoulos para The Strombo Show para hablar sobre el 40 aniversario de Moving Pictures.

Durante la entrevista, los compañeros de banda sobrevivientes hablaron extensamente sobre la pérdida de Neil Peart, el legendario baterista de Rush y su amigo durante más de cuatro décadas, además de cómo fue tener que guardar silencio sobre su enfermedad hasta su muerte y, en consecuencia, tener que llorar su amigo públicamente.

“Quería mantenerlo en la casa”, explicó Lee. “Y lo hicimos. Y eso fue difícil. No puedo decirles que fue fácil, porque no fue fácil.”.

Lee continuó: “Su diagnóstico fue… Le dieron 18 meses como máximo, y duró tres años y medio. Y así fue un flujo constante de nosotros yendo a verlo, brindándole apoyo… Y cuando estás en ese estado, es muy difícil funcionar normalmente, porque no puedes hablar con nadie al respecto, porque se supone que nadie debe saber… por un lado, se siente deshonesto, pero por otro lado estás siendo leal a tu amigo. Así que a la mierda la parte de la deshonestidad. Eso gana”.

Lifeson agregó que él y Lee sintieron que la banda “tenía mucha gasolina en el tanque” después de la gira R40 y que esperaba “exprimir” 150 shows más antes del retiro de Peart y el posterior diagnóstico de cáncer.

“Todos estábamos empezando a sentir la fatiga”, admitió Lifeson, “como lo harías normalmente. Y si hubiera sido una gira normal, probablemente salimos por otro mes y luego nos tomamos un mes de descanso, o tal vez un par de meses de descanso, y luego retomarlo durante otros tres o cuatro meses”.

Añadió: “Pero se estaba volviendo muy difícil para Neil tocar a ese nivel, y a menos que pudiera tocar al cien por cien en ese nivel, realmente no quería hacer más shows”.

Lifeson pasó a simpatizar con su difunto amigo y señaló que aunque la banda “terminó con una nota alta”, fue “un milagro que [Peart] pudiera incluso tocar” un espectáculo de tres horas a veces tocando la forma en que él lo hacía.”